Por Lisandra Chaveco Valdés
Fidel no necesita de fechas, es una presencia más allá del 25 de noviembre de 2016 que nos acompañará siempre.
Hoy, a varios días de la triste noticia, su partida física se lamenta en los barrios, las escuelas y en todos los confines de la Isla. Pero su espíritu vive en el pueblo, en cada niña, científica, obrera, ama de casa o profesional cubana, para la que el proceso revolucionario que lideró significó el acceso a derechos y oportunidades históricamente postergados.
Fidel no necesita de fechas, es una presencia más allá del 25 de noviembre de 2016 que nos acompañará siempre.
Hoy, a varios días de la triste noticia, su partida física se lamenta en los barrios, las escuelas y en todos los confines de la Isla. Pero su espíritu vive en el pueblo, en cada niña, científica, obrera, ama de casa o profesional cubana, para la que el proceso revolucionario que lideró significó el acceso a derechos y oportunidades históricamente postergados.