lunes, 7 de diciembre de 2015

Ni tan tan, ni tan poco… (III)


Tomada de: http://miradainformativa.com/2011/10/27/
Papeles en blanco, palabras huecas, laberintos infinitos...

El tema de la bibliografía se revela como uno de los más sensibles. «A pesar de la ayuda técnica al servicio de los estudiantes ciegos, los libros clásicos de todas las carreras continúan en formato de papel», agrega Márquez Alonso, desde su experiencia como docente.

Tampoco abundan otras propuestas. A propósito de este trabajo, en conversaciones con Yoannis Martí, directora de la biblioteca central de la UH, se conoció que entre sus fondos no hay un ejemplar en braille; así como en sus planes de adquisición hasta el año 2015 no está prevista la compra de títulos con tales particularidades.


Entonces, cuando un estudiante con la mencionada imposibilidad requiere de cierta información debe aventurarse a la Biblioteca Nacional, la cual posee una sala «generosa» en dichas opciones. Pero... ¿a dónde acuden los de las sedes universitarias provinciales?

Ciertamente los textos diferenciados se encarecen; sin embargo, no pensar en ellos como una opción más de los currículos cierra puertas a la inclusión por la cual apostamos.

Otra de las limitaciones a las aspiraciones profesionales se expresa en la no identificación de la lengua de señas cubanas como nativa de las personas sordas.

«No ha sido reconocida ­legalmente en el país —explica Moya, del ­Cendsor— y esto les genera muchas dificultades en la comunicación. Se les exige un dominio del español que no se aviene con sus capacidades».

Desde otro punto de vista, el especialista enfatiza que al registrarse esta lengua por las instituciones, en 1994, se establecieron los convenios pertinentes para la presencia de los intérpretes en las aulas cubanas. He aquí una de las ventajas ambiguas del asunto.

Muchas mediaciones inciden en el proceso de transmisión de conocimientos del maestro al intérprete y de este al alumno. Cabe esperar que en grados primarios, secundarios y hasta de pre pueda resultar un tanto más simple. Pero con especialidades de las ciencias o las letras que ­demandan una comprensión más profunda, los intérpretes deben adquirir una especialización bien atinada.

Nótese en este aspecto que, aunque desde hace años se prepara a hombres y a mujeres como traductores de señas, siempre se ha hecho mediante cursos rápidos que solo comprenden la categoría técnica.
  
Continuará...

*Publicado por la periodista Dainerys Mesa Padrón, Revista Alma Mater.

(http://www.almamater.cu/revista/ni-tan-tan-ni-tan-poco-0)

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