lunes, 3 de agosto de 2015

SEIS PARA SEXTO III*



Por Lisandra Chaveco Valdés 

Continuamos conversando con un artista de la palabra...

En una profesión tan pública como lo es el periodismo, ¿teme usted al error?
Siempre he tenido miedo a equivocarme. Yo me he equivocado. No hay nada más triste que leer un trabajo, acabado de salir y percatarse del error cometido. La vocación y la fuerza de carácter radican en sobreponerse a la depresión y volver al siguiente día a escribir con igual o mejores bríos, prometiendo no equivocarte, pero venciendo el miedo al error. Eso me ha enseñado la experiencia.

Largos años con la agenda bajo el brazo le permitieron presenciar momentos cruciales en la historia de la Revolución Cubana. El período especial converge en la visión de un periodista: “Vivir en mi país durante estos cincuenta años de Revolución, me ha posibilitado adquirir una idea más solidaria de la vida. Las circunstancias han sido difíciles, pero se ha trabajado a pesar de ellas. El secreto del buen periodista está no en haber vivido, sino en cómo aprovecha lo vivido.”

La poesía es un medio que se entremezcla con su labor y técnica periodística. A ella lleva la mesura, la contención del periodismo. Noticias de familia (1989) y Con luz en la ventana (2006) esbozan “la forma de ganarse el pan del alma”.

“Parto de la poesía, ese es mi origen. Mas ella tiene su momento, tengo como norma el no escribirla cuando el dolor o la alegría estén frescos. Nunca deberá escribirse poesía si se ha acabado de reír o de llorar, el poema junto al fuego, con el dolor o la alegría vivos, es un medio de desahogo, y la poesía no es eso, es arte.

“Me acerco a la poesía en busca de la emoción. Yo no creo en la inspiración, creo en la concentración, en la imaginación y la fantasía del poeta. Cuando uno se concentra es capaz de generar los mejores sentimientos, y con ellos, las mejores imágenes. No soy un poeta de ocasión, para escribir un libro de poemas requiero un ciclo, un tema que me permita, al menos, escribir sobre él cincuenta poemas.”

El periodismo literario constituye una referencia obligada al hablar de Sexto. Sus crónicas nutrieron las páginas de Bohemia y Trabajadores durante muchos años, y aún hoy nos regala el don estético de su palabra.

“El periodismo literario es mi modo de expresión. Yo no concibo escribir sin intentar, como mínimo, generar placer en quien me lee. Esa es mi regla, primero está la emoción, lograr una palabra bien escrita, estéticamente organizada, con ritmo, con ala y color, como dijera Martí.

“Yo trato de acercarme al periodismo literario, me esfuerzo para escribir de tal forma que lo escrito dure por sus valores estéticos. Los trabajos se mantienen, no solamente por su contenido, también por su forma. Existen materiales poco interesantes desde el punto de vista de la información u opinión, pero se emplea un lenguaje tan artístico y original, que aún así, se leen con gusto.”
 
Continuará...

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