martes, 2 de febrero de 2016

Violencia machista en la Sierra Maestra





Diversos grupos poblacionales reconocieron que la violencia de género es un problema aún sin resolver en las comunidades San Pablo de Yao y Bueycito, poblados de la provincia de Granma, en el oriente cubano.

La conclusión emergió durante la celebración de cuatro talleres participativos, efectuados los días 25 y 26 de enero, en esos territorios de la Sierra Maestra, mayor cordillera del país, ubicada a unos 770 kilómetros al suroeste de La Habana.

Alrededor de 200 personas, entre estudiantes de la enseñanza secundaria, maestros y actores de diversas instituciones y organizaciones locales, participaron en la iniciativa coordinada por el proyecto cultural Televisión Serrana, la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades (RIAM) y el Centro de Reflexión y Solidaridad Oscar Arnulfo Romero (OAR).

“Durante los encuentros se pudo conocer cómo el machismo limita el desarrollo de mujeres y niñas”, aseguró a la Redacción de IPS Cuba Zulema Hidalgo, una de las facilitadoras en los intercambios.

La especialista afirmó que “los problemas fueron identificados por las propias personas del lugar, quienes están conscientes de los prejuicios y los falsos preceptos que generan la violencia hacia las mujeres”.

Por su parte, Alexis Martínez, líder religioso de la congregación Pentecostal, comentó que en los espacios convocados “se hizo un retrato de los aspectos negativos vividos por las mujeres: el grito, la intimidación, el golpe y mucho más”.

Además explicó que “las conductas violentas y la idea equivocada de creerse dueños de las esposas e hijas son comportamientos muy arraigados en los hombres, pues se tramiten de abuelos a padres y luego a hijos en un ciclo continuo”.

Sin embargo, los talleres también evidenciaron el compromiso de la población por contribuir a mejorar la situación de las mujeres.

“En cada uno de los grupos consultados existe disposición para participar, hacer, apostar por el cambio y no quedarse solo en el discurso”, subrayó Hidalgo.

A su juicio, “hay que aprovechar las potencialidades de cada una de las instituciones y organizaciones de la comunidad para alcanzar una mayor incidencia, así como establecer más alianzas”.

Con ello coincidió Martínez, para quien “lo aprendido a modo de conceptos, tomará forma y tendrá vida en poco tiempo por la motivación y el interés de la gente”.

Asimismo, resaltó que “para acabar con la violencia contra la mujer se debe educar desde la niñez, con la escuela y la familia bien unidas en cada paso”.

En ese sentido, el profesor de inglés Leuvys López precisó que “los mensajes entregados a los jóvenes deben ser coherentes en todos los espacios, porque no se logra nada si al salir de las aulas, los estudiantes vuelven a escuchar y ver los mismos preceptos machistas”.

El joven de 26 años manifestó que el proceso de aprendizaje será más rápido y efectivo “si se entregan herramientas en las clases y luego se refuerzan en casa”.

Liderazgos locales

Los talleres permitieron además visibilizar liderazgos institucionales e individuales en la comunidad.

“Es increíble como Televisión Serrana logra movilizar a tantas personas y poner a todo un proyecto en función de los temas más importantes del poblado”, apuntó Lisandra Chaveco, periodista de la Editorial de la Mujer e integrante del equipo facilitador.

Así lo confirmó Onelbys Osorio, presidenta del Consejo Popular San Pablo de Yao, para quien la productora audiovisual “ha marcado un antes y un después en la localidad”.

“Ellos han mostrado a todo el país cómo es la vida en estos parajes, han educado y han entregado su arte en un lugar donde 20 años atrás apenas se hacían actividades interesantes”, acotó la representante del gobierno.

También se elogió el trabajo de Kirenia Reyes, maestra de la enseñanza secundaria devenida activista por la no violencia desde hace dos años en la comunidad de Maguaro, situada al norte de la sede de los encuentros.

La pedagoga detalló que ha realizado charlas, repartido plegables y colocado carteles y afiches con información sobre violencia de género en la escuela, el bar, la farmacia, la bodega y otros espacios concurridos.

Zulema Hidalgo, entretanto, enfatizó que desde su primera visita en 2014 a la actualidad “se han incorporado nuevos actores a la prevención de la violencia, incluidos los maestros, algunos grupos religiosos y personas con otras capacidades”.

De igual modo, reconoció el hecho de que han emergido de manera reciente “jóvenes emprendedoras con negocios exitosos, lo que pudiera ser un buen indicio para el desarrollo de gestiones cooperativas”.

Además de los talleres, la iniciativa incluyó la proyección del filme Vestido de Novia, de la cineasta Marilyn Solaya, y la presentación de materiales impresos con información sobre la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible para erradicar la pobreza, la desigualdad, la injusticia y hacer frente al cambio climático.


Como cada una de la dos versiones anteriores, la experiencia actual se desarrolló en el marco de la Campaña ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas, del Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y contó con el apoyo de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude).


 *Tomado de: (http://www.ipscuba.net/genero/comunidades-montanosas-la-violencia-de-genero-esta-sin-resolver/)

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