Lisandra Chaveco Valdés
Como una interesante conciliación entre lo antiguo y lo moderno podríamos definir la muestra abierta al público en La Casa de la Obra Pía de nuestra ancestral Habana Vieja. En esta ocasión, la autenticidad de las tradiciones trinitarias en el arte de la lencería junto a acuarelas y pinceles se mezclaron para crear todo un universo de colores.
Durante los meses de marzo y abril los interesados pudieron acercarse a un total de veinte obras de dimensiones variables, donde manteles, tapetes y pañuelos cambian de contexto e incorporan, además de la técnica tradicional del bordado y deshilado, la pintura y el dibujo subordinado al diseño central.
La exposición forma parte de una iniciativa del proyecto Entre hilos, alas y pinceles, trabajo que agrupa a alrededor de veinte artesanas de la ciudad de Trinidad junto a la artista de la plástica Yudit Vidal Faife. Partiendo del arte de la lencería y la vigencia que tiene dicha labor en la villa, la artista y el grupo de artesanas logran crear mediante novedosas técnicas artísticas, sobre nuevos soportes.
Hilvanando ideas, Yudit convierte cada obra en ejemplo de identidad. Líneas y colores modelan rostros, tema predominante en la pintura de Vidal, en la que también se aprecian elementos decorativos, a modo de bordados. El patrimonio se refleja en esta muestra junto a las aristas más íntimas de la sensibilidad de la autora.
Las obras evidencian el talento y capacidad de producción manual de las integrantes del grupo, donde jóvenes generaciones, no tan jóvenes y mayores dan muestras de su dedicación e incluso, realizan aportes a muchas técnicas ya existentes.
El proyecto pretende, además, rendir un sencillo homenaje a los cientos de personas que de manera anónima mantienen vigente hasta nuestros días esta antigua labor en la Villa trinitaria. Con este objetivo las artesanas configuran el soporte de la pintura y dan vida a sutiles temas que por la finura del bordado y la suavidad del tejido, abandonan su carácter utilitario para convertirse en piezas donde la sanguina, el carboncillo, el acrílico sobre tela, las agujas, el pastel seco y el carretel de hilo enaltecen una tradición legendaria.
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